Claves semanales del 10 al 14 de noviembre de 2025
10 de noviembre de 2025
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La semana ha estado dominada por nuevas dosis de incertidumbre y nerviosismo, ante la ausencia de datos oficiales y la acumulación de riesgos políticos y económicos. La prolongada parálisis administrativa en Estados Unidos, la prudencia de los bancos centrales y las señales de debilidad en China conforman un escenario en el que los inversores avanzan con cautela, guiados más por las expectativas y las noticias de última hora que por una base sólida de información macroeconómica.
Monitor de mercado


En Estados Unidos, el cierre del Gobierno federal se extiende ya más de cinco semanas, convirtiéndose en el más largo de la historia. La falta de publicaciones oficiales ha creado un vacío estadístico que alimenta la volatilidad: los mercados reaccionan de forma desproporcionada a indicadores alternativos o noticias parciales. Los anuncios recientes de recortes de empleo, pese a estar acompañados de cifras alentadoras de nuevas contrataciones, han bastado para provocar oscilaciones bruscas en los mercados financieros.
El bloqueo político se acerca a un punto de inflexión. La presión social por los salarios impagados a controladores aéreos y personal militar podría forzar un acuerdo en las próximas semanas, aunque el riesgo de una prolongación hasta diciembre ha aumentado tras las recientes victorias demócratas en varios estados. Aun si se alcanza un pacto, la normalización estadística será lenta: las agencias tardarán semanas en reconstruir las series perdidas y publicar datos atrasados como los del IPC de octubre o las encuestas de empleo, lo que mantendrá la opacidad sobre la evolución real de la economía estadounidense.
A ello se suma la incertidumbre sobre los aranceles aprobados mediante una ley de emergencia económica —la IEEPA—, cuya legalidad examina ahora el Tribunal Supremo estadounidense. La institución ha escuchado esta semana los alegatos sobre la constitucionalidad de esa medida, y aunque la mayoría de los jueces se mostraron escépticos respecto a la autoridad del presidente para imponer tarifas por esta vía, el fallo definitivo podría tardar meses. Si el tribunal revoca los aranceles, la administración se vería obligada a devolver miles de millones de dólares recaudados, con un impacto financiero puntual pero significativo. Aun así, el Ejecutivo conservaría herramientas alternativas para mantener una política comercial agresiva.
En Reino Unido, la tensión entre la política fiscal y la monetaria se escenificó con claridad. La canciller Rachel Reeves insinuó la posibilidad de subidas de impuestos en su próximo presupuesto, una señal de disciplina fiscal que podría abrir espacio para que el Banco de Inglaterra retome su ciclo de recortes. Sin embargo, el gobernador Andrew Bailey prefirió esperar: el Comité de Política Monetaria votó por un estrecho margen mantener los tipos sin cambios, a la espera de conocer el impacto real del presupuesto sobre la inflación y la demanda.
En el continente, los últimos datos ofrecen un panorama desigual. Las ventas minoristas de septiembre cayeron por segundo mes consecutivo, mientras que la producción industrial alemana repuntó un 1,9% tras las fuertes caídas del verano. Sin embargo, la brecha entre indicadores adelantados y datos reales persiste, lo que sugiere una recuperación frágil y poco homogénea entre países.
En Asia, la atención vuelve a China, donde los primeros datos del cuarto trimestre reflejan una pérdida de tracción. Las exportaciones se contrajeron un 1,1% interanual en octubre, tras el avance del 8,3% en septiembre, con descensos generalizados hacia Europa y Asia. Las importaciones también retrocedieron, evidenciando un debilitamiento de la demanda interna. Los indicadores de consumo —ventas de automóviles, taquilla cinematográfica o ventas inmobiliarias— confirman la debilidad, mientras que la inversión fija y la expansión del crédito se moderan.
Sin embargo, la inflación china ofreció en octubre un respiro, sin alterar el trasfondo deflacionista de su economía. El IPC repuntó un 0,2% interanual, tras la caída del 0,3% registrada en septiembre. En paralelo, la inflación subyacente se aceleró por sexto mes consecutivo, hasta el 1,2% interanual, su nivel más alto desde marzo de 2024. El índice de precios de producción continuó en terreno negativo, con un descenso del 2,1% interanual, aunque algo menor que el del mes previo, reflejando cierta mejora en la gestión de capacidad y menor competencia en sectores como baterías, automoción y equipamiento solar. No obstante, el avance sigue siendo insuficiente: las presiones deflacionistas permanecen arraigadas y el deflactor del PIB se mantendrá previsiblemente negativo por undécimo trimestre consecutivo, evidenciando que, sin medidas más contundentes para frenar la caída de precios industriales, la deflación podría prolongarse hasta mediados de 2026.
En síntesis, el panorama internacional se caracteriza por un compás de espera. Los mercados se sostienen sobre un equilibrio frágil, pero las grietas son visibles: la confianza de los inversores depende de datos parciales, la inflación subyacente sigue siendo obstinadamente alta y la fragmentación política limita la capacidad de reacción.
En este sentido, en las últimas horas, el Senado de Estados Unidos ha dado un paso decisivo hacia el fin del cierre de Gobierno, al aprobar por 60 votos a 40 una moción que permite tramitar un proyecto de ley para reabrir la Administración federal. El acuerdo, respaldado por un grupo de demócratas moderados, contempla financiación completa para varios departamentos y una prórroga presupuestaria para el resto de agencias hasta el 30 de enero, además del pago de los salarios atrasados a los funcionarios. La medida deberá ser aún ratificada por la Cámara de Representantes, donde persiste cierta oposición de los líderes demócratas por la exclusión de las subvenciones del Obamacare. Aun así, el mercado está reaccionando positivamente: los futuros del S&P 500 y del Nasdaq repuntan con fuerza, y los inversores descuentan que el fin oficial del cierre podría producirse en los próximos días, aliviando uno de los principales focos de incertidumbre de las últimas semanas.
