Claves semanales del 28 julio al 01 de agosto de 2025
28 de julio de 2025
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Las recientes negociaciones comerciales han generado optimismo en los mercados financieros, especialmente tras el sorpresivo acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y Japón pocos días después de las elecciones en la Cámara Alta japonesa. Este acuerdo establece una significativa reducción de tarifas recíprocas del 25% al 15%, especialmente relevante en el sector automovilístico, mientras que las tarifas sobre acero y aluminio permanecerán en el nivel elevado del 50% debido a discusiones pendientes.
Monitor de mercado


Como parte del acuerdo, Japón se compromete a abrir su mercado a los automóviles y productos agrícolas estadounidenses, particularmente aumentando la cuota de importación para el arroz producido en EE.UU. Japón también ha acordado una considerable inversión en EE.UU. de 550.000 millones de dólares, incluyendo el desarrollo de proyectos de gas natural licuado en Alaska, del cual Estados Unidos obtendrá un 90% de los beneficios. Este convenio, logrado con más rapidez y mejores condiciones de lo esperado, ha generado revisiones al alza en las previsiones de crecimiento del PIB de Japón, que ahora se sitúan en un 0,8% para el año 2025, frente al 0,5% proyectado previamente.
Este acuerdo ha despertado expectativas de un posible convenio similar entre EE.UU. y la Unión Europea. La delegación europea parece estar abierta a aceptar términos asimétricos, parecidos a los establecidos con Japón, es decir, un arancel básico estadounidense del 15% sin represalias equivalentes por parte europea, aunque se mantendrían tarifas más elevadas del 50% para acero y aluminio. Una reducción rápida de la incertidumbre en torno a las políticas comerciales podría favorecer un impacto positivo sobre el crecimiento económico en la segunda mitad del año. Sin embargo, persiste la incertidumbre respecto al éxito de estas negociaciones, con un escenario alternativo de «no acuerdo» que llevaría a tarifas europeas del 30% sobre productos estadounidenses por valor de alrededor de 93 mil millones de euros.
En otras regiones, la política comercial estadounidense mantiene un rango general de tarifas entre el 15% y el 20%, ejemplificado en acuerdos recientes con Filipinas (19%) y Vietnam (20%). Sin embargo, Brasil enfrenta una situación más compleja debido a conflictos políticos, arriesgándose a tarifas del 50% desde un inicial 10%. México continúa negociando intensamente para limitar el impacto de tarifas elevadas, especialmente relacionadas con automóviles terminados, acero, aluminio y cobre, buscando excepciones significativas y evitando una tarifa propuesta del 30% sobre el fentanilo.
En términos generales, estos acuerdos apuntan hacia una tasa promedio ponderada de tarifas de EE.UU. de alrededor del 15,7%, considerablemente más alta que el 2,4% observado a finales de 2024, pero inferior a las tasas previas cercanas al 25% registradas tras los anuncios de abril.
Desde el punto de vista monetario, el Banco Central Europeo (BCE) mantiene una postura cautelosa pero ligeramente más restrictiva, indicando que podría no reducir tasas en el corto plazo. Esta perspectiva dependerá significativamente de los datos de inflación y crecimiento que se publiquen próximamente y del avance de las negociaciones comerciales entre EE.UU. y Europa.
En Japón, el Banco Central (BoJ) anticipa adelantar la subida de tasas de interés de enero de 2026 a octubre de 2025, motivado por las mejores expectativas económicas derivadas del reciente acuerdo comercial y presiones inflacionarias crecientes. Este escenario también podría facilitar un aumento salarial significativo, contribuyendo aún más a la meta inflacionaria del BoJ del 2%.
Finalmente, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se muestra firme en su intención de mantener estables las tasas de interés en el corto plazo, resistiendo presiones políticas internas para reducirlas. La economía estadounidense muestra signos resilientes con un mercado laboral estable y una inflación controlada, lo que justifica la posición actual de la Fed.
En conclusión, el panorama económico global refleja una compleja interacción de optimismo derivado de acuerdos comerciales y una cautelosa espera por parte de los bancos centrales, mientras evalúan cuidadosamente los efectos reales sobre el crecimiento y la inflación.