Claves semanales del 17 al 21 de noviembre de 2025
17 de noviembre de 2025
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La reapertura del Gobierno estadounidense marca el regreso de un flujo de datos económicos que los mercados esperaban con nerviosismo.
Monitor de mercado


Durante más de un mes, la ausencia de cifras oficiales generó una volatilidad adicional en un contexto ya dominado por la preocupación por las valoraciones, las dudas sobre la magnitud de los recortes de tipos de la Reserva Federal y la proximidad del cierre de ejercicio. En este entorno, la inminente publicación del informe de empleo de septiembre y los resultados de Nvidia —determinantes para la narrativa inversora en torno a la inteligencia artificial— se perfilan como catalizadores esenciales para calibrar el pulso real de la economía estadounidense y su mercado laboral.
El consenso espera un retorno gradual a la normalidad estadística, aunque el desfase en la recopilación de datos podría prolongar la incertidumbre en las próximas semanas. Las estimaciones apuntan a un aumento de 50.000 puestos de trabajo en septiembre y una tasa de paro estable, mientras que para octubre se prevé una leve destrucción de empleo, en parte atribuible a los trabajadores públicos que abandonaron temporalmente su trabajo durante el cierre. El conjunto de indicadores debería confirmar un escenario de actividad económica sólida, mercado laboral algo más suave, pero lejos de una contracción severa, y presiones inflacionistas moderadas pero persistentes.
En el Reino Unido, los últimos datos consolidan la tesis de que el Banco de Inglaterra se aproxima a un recorte de tipos en diciembre. La moderación de los salarios privados, que descienden al 4,2% interanual en el tercer trimestre, coincide con un repunte del desempleo al 5%, por encima de las previsiones oficiales. La debilidad se extiende al PIB del tercer trimestre, que apenas creció un 0,1%, afectado por la caída de la producción automovilística tras un ciberataque a Jaguar Land Rover. A pesar de estos factores puntuales, el tono general es de enfriamiento, con un consumo privado anémico y exportaciones en retroceso. De confirmarse una inflación de octubre en el entorno del 3,5%, el margen para una relajación monetaria antes de fin de año aumentaría significativamente.
En la eurozona, la producción industrial se mantiene prácticamente estancada, con una variación mensual del 0,2% en septiembre, lastrada por Irlanda pero compensada parcialmente por repuntes en otras economías. En términos interanuales, la industria del área se ha estabilizado tras dos años de caídas, reflejando una resistencia notable pese al impacto de las nuevas tarifas y la debilidad de la demanda global. Alemania continúa siendo el foco de preocupación. El clima empresarial que muestra la encuesta Ifo sigue en niveles históricamente bajos y la falta de avances en las reformas estructurales alimenta el escepticismo del mercado sobre la capacidad del país para transformar su modelo productivo. El Consejo de Expertos Económicos alemán alertó esta semana de que el impulso fiscal de 2025-2026 se concentra en gasto corriente, con escaso impacto inversor, lo que limita las perspectivas de crecimiento a medio plazo.
Asia ofrece un panorama desigual. En China, los datos de octubre confirman un arranque débil del cuarto trimestre: las ventas minoristas se desaceleraron por quinto mes consecutivo (+2,9% interanual), la producción industrial perdió tracción (+4,9%) y la inversión en activos fijos volvió a terreno negativo (-1,7% acumulado anual). El crédito también se debilitó, reflejando la falta de dinamismo de la demanda interna y el repliegue del sector privado. Solo la inflación mostró un ligero alivio, retornando a terreno positivo por primera vez desde julio, aunque impulsada por factores estacionales y precios de los metales preciosos. En conjunto, la economía china sigue mostrando fragilidad estructural, pese a las medidas de estímulo y al repunte puntual de los precios.
En Japón, el foco se centra en los datos de PIB del tercer trimestre, que previsiblemente confirmarán una contracción del 2,4% trimestral anualizado. El descenso responde al desplome de la inversión residencial y a la menor aportación de las exportaciones netas, penalizadas por los aranceles estadounidenses sobre el automóvil. También se publicarán en el país nipón los datos de precios de octubre, que seguirían reflejando persistentes presiones inflacionistas, con las tasas general y subyacente en el entorno del 3,0% interanual, lo que podría justificar una subida de tipos por parte del Banco de Japón a comienzos del próximo año.
El comercio internacional, por su parte, atraviesa una fase de reestructuración acelerada. Las importaciones estadounidenses desde China han caído casi un 40% respecto al año anterior, reflejo directo de las nuevas tarifas —que han pasado del 10% al 30% promedio—. Inicialmente, China había logrado redirigir parte de sus exportaciones hacia otras regiones, pero el último dato mensual muestra un retroceso simultáneo tanto en los envíos a Estados Unidos como al resto del mundo, lo que sugiere que la capacidad de absorción global de su excedente exportador se está agotando. La respuesta política está siendo rápida: la Unión Europea ha decidido adelantar a 2026 la eliminación de la exención arancelaria para paquetes provenientes de China de valor inferior a 150 euros, una medida explícitamente dirigida a contener el aluvión de importaciones chinas de bajo valor. Alemania, tradicional defensora del libre comercio, también empieza a mostrar apoyo a una política más proteccionista dentro de la UE.
En Reino Unido, la atención política se concentra en el presupuesto de otoño del 26 de noviembre, que promete ser uno de los más relevantes de los últimos años. El giro del Gobierno, renunciando a la subida del impuesto sobre la renta y optando por gravámenes más selectivos, busca preservar la credibilidad fiscal sin comprometer la estabilidad política. No obstante, la volatilidad reciente en los mercados de deuda británica pone de manifiesto la sensibilidad de los inversores a cualquier señal de relajación en la disciplina presupuestaria.
En conjunto, el cuadro global de mitad de noviembre se caracteriza por una mezcla de prudencia y resiliencia. Las tensiones comerciales y las dudas sobre el crecimiento industrial en Europa y Asia contrastan con un escenario macro todavía robusto en las grandes economías y con una inflación que, aunque aún por encima de los objetivos, avanza hacia niveles más manejables. Los mercados financieros se mueven entre la expectativa de una confirmación de la desaceleración “controlada” y el temor a que los próximos datos —especialmente los del mercado laboral estadounidense— obliguen a revaluar el ritmo y la profundidad de los ajustes monetarios. En ese equilibrio incierto, la información que comience a fluir tras el parón administrativo en Estados Unidos será decisiva para reorientar el tono de los mercados en el cierre del año.
