Tengo poco ahorrado, qué opciones de inversión existen y cómo elegirlas
03 de diciembre de 2025
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La respuesta a esta pregunta dependerá, en primer lugar, del horizonte de tiempo del objetivo/s financiero/s para el que ahorras, si es para destinar tu ahorro a una meta de corto plazo (por ejemplo, pagarte un master o cambiarte el coche), o bien si lo haces para un objetivo de medio o largo plazo (por ejemplo, la jubilación), o bien si es para un ahorro genérico sin objetivo, es decir, simplemente acumular patrimonio para tu seguridad y tranquilidad financiera.
Cada producto financiero y estrategia de inversión serán o no idóneos dependiendo cual sea el horizonte temporal de tu ahorro y tu tolerancia personal al riesgo.
Primero, fondo de imprevistos
En primer lugar, antes de dotar ahorro e invertir ese ahorro para cualquier otra meta financiera, debes dotar un fondo para imprevistos y emergencias con, al menos, entre 4 y 6 meses de tus ingresos netos mensuales.
Este fondo de emergencias deberá estar depositado en productos que tengan alta liquidez (es decir, que se pueda disponer del dinero en cualquier momento, sin merma económica) y sean muy seguros (poco expuestos a caídas de valor), como las cuentas remuneradas y lo depósitos a corto plazo. Los imprevistos no avisan de cuando van a llegar y, cuando lo hacen, requieren de disponer de dinero inmediatamente para dar respuesta a la emergencia.
La inversión del ahorro dependerá del horizonte temporal
Una vez tengamos adecuadamente dotado el colchón mínimo para emergencias, en que productos y activos financieros debamos invertir el ahorro adicional dependerá del horizonte de tiempo que reste hasta necesitar disponer del ahorro para cumplir con ese objetivo, así como de nuestra tolerancia personal al riesgo vinculada, entre otros, al horizonte temporal.
Ello nos permitirá, por un lado, elegir los productos más adecuados dependiendo de cual sea el objetivo, su plazo de realización, y las necesidades de liquidez anticipada que pudiésemos tener de esta manera.
La inversión colectiva te permite diversificar
Ahorrar en productos de inversión colectiva, donde los ahorros de miles de pequeños ahorradores se juntan en unos mismos fondos o carteras, permite una diversificación adecuada de los activos de inversión, lo que permiten reducir la volatilidad. Cuando unos activos de la cartera o fondo caigan, las subidas de otros podrán compensar o atenuar la caida de los primeros.
La diversificación, que consiste en asignar las inversiones a activos diferentes para ayudar a minimizar el riesgo, puede llevarse a cabo combinando:
- diferentes vehículos de inversión (por ejemplo, fondos de inversión de renta fija, de renta variable o mixtos),
- diferentes tipos de activos (renta fija, renta variable, activos alternativos) en la misma cartera.
- y dentro de los anteriores, diferentes exposiciones a industrias (sectorial), geografías (UE, EEUU, paises emergentes), o emisores.
La diversificación es clave para segregar el riesgo y mantenerlo en niveles reducidos, atenuando el impacto que causa la volatilidad del mercado en el valor de nuestro ahorro. La volatilidad mide el grado de oscilaciones a determinado plazo que registran los precios de las acciones, los bonos, etc.
El objetivo primero de la diversificación no es maximizar la rentabilidad sino limitar o minimizar pérdidas durante las correcciones.
La cartera de inversión de un ahorrador debería estar ampliamente diversificada de acuerdo a sus objetivos de corto, medio y largo plazo, ajustándose a su perfil de riesgo, distribuyendo la inversión del ahorro entre distintos activos y productos financieros con diferentes estrategias de inversión, o cuyo valor no este correlacionado entre sí.
Un pequeño ahorrador debe tener en cuenta a la hora de acceder a una inversión directa en activos (acciones, bonos, oro, divisas…) que no estará diversificando su inversión, si no dispone de un patrimonio mínimo. Además, no dispondrá del conocimiento y acceso a la información en la toma de decisiones que disponen los gestores profesionales. Por ejemplo:
- Las acciones individuales requieren análisis y adopción de mayor riesgo.
- Las Criptomonedas sufren una volatilidad extrema.
Tipos de productos de inversión para un pequeño ahorrador, dependiendo del horizonte temporal de su objetivo
Desde un importe mínimo mensual, dependiendo de la meta financiera y su horizonte temporal, podría ser adecuado para un pequeño ahorrador:
1. Los Fondos de inversión, que idóneos para:
- Ahorrar para objetivos de medio plazo
- Para un ahorro genérico sin objetivos (aumentar tu patrimonio)
- Para objetivos de largo plazo en los que, además, quieras disponer de liquidez para posibles contingencias importantes en el corto plazo
Estos son algunos de los atributos de los fondos de inversión:
- No se les aplica límites máximos de aportaciones/suscripciones.
- Posibilidad de realizar aportaciones periódicas.
- Los traspasos entre fondos de inversión están exentos fiscalmente, por lo que solo se tributaría en caso de reembolso
- Existe una amplia gama de fondos que invierten en todo tipo de activos, para que cualquier ahorrador, sean cuales sean sus circunstancias y su horizonte temporal pueda encontrar un producto adecuado.
2. Ahorro para jubilación:
- En primer lugar, los planes de pensiones son productos muy adecuados para ahorrar para la jubilación, por lo siguientes motivos:
– Por la estrategia de inversión a largo plazo que la Entidad Gestora del plan lleva a cabo, teniendo en cuenta la iliquidez de este tipo de producto y su enfoque finalistico a jubilación.
– El impuesto a pagar (IRPF) se difiere al momento de cobro de la prestación (normalmente al llegar la jubilación), permitiendo reducir en IRPF las aportaciones realizadas, lo que mejora el resultado de la Declaración de la Renta.
En aquellos casos, en que el límite máximo de aportación a planes de pensiones individuales (1.500 euros anuales) sea insuficiente para el ahorrador, este podría realizar aportaciones adicionales a:
- alguna de las modalidades de planes de pensiones de empleo o instrumentos alternativos, si en su empresa o sector hubiera uno constituido, hasta otros 8.500 euros adicionales (en total 10.000 euros),
- o bien, a planes de pensiones de empleo simplificados de trabajadores autónomos (o sectoriales) si se trata de un trabajador por cuenta propia (hasta otros 4.250 euros adicionales, en total 5.750 euros).
- En aquellos casos en los que el ahorrador quisiera disponer de liquidez inmediata (si bien los planes de pensiones individuales ya permiten la liquidez de las aportaciones con más de 10 años de antigüedad) o bien cuando el importe de su ahorro periódico para jubilación fuera mayor a los límites máximos en planes de pensiones, podrá optar por ahorrar en productos como:
– Fondos de inversión o en seguros de ahorro unit linked (un seguro de vida ahorro que invierte en una cesta o conjunto de fondos de inversión), productos que no tienen límite máximo de aportación.
– PIAS (Planes Individuales de Ahorro Sistemático), cuyo límite máximo anual de aportación son 8.000 euros (240.000 euros en total acumulado), pero que es un límite no concurrente con el de los planes de pensiones. Existen PIAS Unit Linked que invierten en Fondos de Inversión
Si bien las suscripciones y aportaciones realizadas a fondos de inversión, Unit linked y PIAS no son reducibles en el IRPF, en el momento de cobro de la prestación se beneficiarían de un mejor tratamiento fiscal de las prestaciones que el que tiene los planes de pensiones, ya que:
- O bien solo tributan los rendimientos obtenidos, que es el caso de fondos de inversión y unit linked). Además, tributan en la base imponible del ahorro (con un menor tipo impositivo).
- o bien, en el caso de los PIAS, los rendimientos también estarán exentos siempre y cuando hayan transcurrido más de 5 años entre la primera aportación y la prestación, no se haya superado el límite máximo de aportación de 8.000 euros anuales, y la prestación se cobre en forma de renta vitalicia.
Combinar fondos de inversión, unit linked y/o PIAS con planes de pensiones para el ahorro destinado para jubilación, permitirá una mejor estrategia de desacumulación del ahorro durante la jubilación, disponiendo antes de los primeros por su mejor fiscalidad al rescate, y dejando el rescate de los planes de pensiones para un momento posterior de la jubilación (por ejemplo, la última etapa, si se fuese dependiente) o para bien los herederos.