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Claves semanales del 21 al 25 de octubre de 2024

BBVA AM España

21 de octubre de 2024

No cabe ninguna duda de que el último trimestre del año ha sido bueno hasta la fecha. Aunque el estímulo económico en China y la futura flexibilización monetaria del BCE siguen siendo algo inciertos, estos aspectos se ven contrarrestados por los datos estadounidenses, que siguen apuntando a una extraordinaria resistencia económica al otro lado del Atlántico. Las ventas minoristas de septiembre, publicadas esta semana, fueron un buen ejemplo.

Monitor de mercado

Con el aterrizaje suave en mente y las grandes esperanzas de un futuro brillante impulsado por la inteligencia artificial, los mercados de acciones mundiales consiguieron nuevas ganancias semanales y el índice S&P 500 volvió a alcanzar cotas históricas. Por su parte, la volatilidad implícita de los mercados de renta variable, que se había mantenido en niveles relativamente altos desde las turbulencias del mes de agosto, se relajó con mayor claridad, mientras que los diferenciales de crédito de mayor calidad cayeron a su nivel más bajo desde 2005. Los precios del petróleo se desplomaron tras la noticia de que Israel no atacaría las instalaciones nucleares o petroleras iraníes, lo que a su vez llevó a un ajuste a la baja en las expectativas de inflación mundiales.

¿Durará esta maravillosa calma? Es dudoso. Tenemos a la vuelta de la esquina las elecciones presidenciales estadounidenses y la fuerte apreciación del dólar de las últimas semanas es indicativa de que los inversores no están ignorando por completo esta fecha tan importante de noviembre. Además, también se avecinan otros importantes acontecimientos, como las elecciones en Japón el próximo fin de semana, el esperado presupuesto del Reino Unido y las reuniones del comité permanente de la Asamblea Popular Nacional y del Politburó de China a fines de octubre o principios de noviembre. Por lo tanto, cuando la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra se reúnan el 7 de noviembre, las perspectivas globales podrían ser bastante diferentes a las actuales, incluyendo a un nuevo inquilino en la Casa Blanca.

En China, como ya apuntábamos en el anterior informe “Claves”, la esperada comparecencia del Ministro de Finanzas, en la que los inversores estimaban que por fin podrían darse detalles y montantes de los estímulos, fue decepcionante ya que dichos detalles no llegaron. El ministro de Finanzas, Lan Fo’an, señaló un próximo paquete de medidas de política fiscal incrementales y selectivas para impulsar la economía, que incluiría el aumento del techo de deuda a una escala relativamente grande, pero sin ofrecer mayor concreción. Más adelante en la semana, el Ministerio de Vivienda chino declaró que ampliará el programa de «lista blanca», que proporciona apoyo financiero a proyectos y promotores de viviendas inacabados, hasta 4 billones de yuanes a finales de año, casi el doble de los niveles actuales. No obstante, los valores inmobiliarios en China no reaccionaron en positivo a estos anuncios, al estimar que no abordan los problemas estructurales de exceso de oferta.

En general, se han enfriado las expectativas de que estemos ante un estímulo de tipo «bazuca», y parece más probable que las medidas fiscales que terminen anunciándose sean de escala moderada. Del mismo modo, el lenguaje utilizado por los funcionarios no hace pensar que el estímulo vaya a incluir apoyo directo al consumo. Mientras, aunque los datos de actividad de septiembre salieron por encima de lo esperado, no cambian en lo sustancial el escenario de fondo de la economía del gigante asiático, que se ve sometida a una significativa debilidad del consumidor, por la incertidumbre del panorama económico, y también por su exposición al mercado inmobiliario chino.

En el ámbito de los bancos centrales, las autoridades monetarias europeas están empezando a dar un giro a su política monetaria, en respuesta al decepcionante escenario de actividad. Como se esperaba, el BCE acometió su segundo recorte consecutivo de 25 puntos básicos, tras observar sorpresas negativas en los datos de actividad e inflación. Sin embargo, como también se esperaba, el mensaje de cara al futuro no ha cambiado, lo que implica que no hay un compromiso previo para las reuniones posteriores. En la actualidad, el consenso estima un nuevo recorte en diciembre, aunque se descuenta cierta probabilidad de que el BCE acelere hasta los 50 puntos básicos en dicha reunión. El flujo de datos macroeconómicos entrantes será crítico para poder reforzar o descartar esta posibilidad.

El pasado jueves, el IPC final de septiembre en la eurozona se revisó a la baja hasta el 1,7% interanual y los detalles sugieren que la inflación subyacente de los servicios finalmente está disminuyendo. Del mismo modo, el Banco de Inglaterra también podría acelerar su ritmo de recortes, tras la reciente evolución de la inflación y las señales de moderación salarial. Así, los datos publicados validan aún más la declaración del gobernador Bailey de que los recortes de tipos podrían ser más agresivos si continúa el progreso en materia de inflación.

En cambio, los datos publicados en Estados Unidos siguen dando margen al FOMC para ir más despacio, reduciendo el ritmo de bajada de tipos a 25 puntos básicos en noviembre y saltándose alguna reunión más adelante. En efecto, las ventas minoristas de septiembre apuntan a que el crecimiento del PIB americano podría incluso acelerarse en el tercer trimestre, hasta niveles cercanos al 3,5% en tasa anualizada y con un fuerte efecto de arrastre para el cuarto trimestre. Además, estos datos refuerzan la visión de que el consumidor estadounidense sigue siendo un gran soporte para el crecimiento del país, ayudado por unos fundamentos que siguen siendo muy favorables en términos agregados.

Por otra parte, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo revirtieron algunos de los efectos del huracán Helene y disminuyeron con nitidez. Mientras tanto, la producción industrial cayó un -0,3% mensual, aunque las perturbaciones de Helene y la huelga de Boeing explican con creces esta caída. Al reunir la totalidad de los datos publicados, parece evidente que la Fed procederá con cautela, como se encargó de indicar la semana pasada el gobernador Waller.