Artículo

Mitos y leyendas sobre los planes de pensiones

BBVA AM España

21 de diciembre de 2020

¿Conocemos bien los planes de pensiones? Analizamos siete puntos esenciales sobre su funcionamiento.

El plan de pensiones es un instrumento muy conocido por los españoles. De hecho, es el vehículo en el que más confían los inversores para canalizar el ahorro para su jubilación, según se desprende de estudios como la V encuesta BBVA sobre las pensiones y los hábitos de ahorro en España. Sin embargo, en ocasiones emergen creencias erróneas sobre sus características y su funcionamiento. Vamos a tratar y explicar las más habituales.

Soy demasiado joven para suscribir un plan de pensiones

Todo lo contrario. El principal aliado del ahorro para la jubilación es el tiempo, que permite afrontar este objetivo con más tranquilidad y margen para afrontar imprevistos. Idealmente, se debe contar con un plan de pensiones desde el momento de contar con rentas del trabajo o actividades económicas, es decir, cuando iniciamos la andadura profesional.

La liquidez de los planes de pensiones dio un paso de gigante al aprobarse el supuesto de rescate por antigüedad de las aportaciones

El plan de pensiones es para aquellos que cuentan con altos ingresos

Cualquiera puede acceder a un plan de pensiones, dado que las aportaciones mínimas son reducidas (depende del plan, pero suelen partir de 30 euros mensuales o su equivalente anual) y, pese a que se pueden realizar aportaciones periódicas, las aportaciones no son obligatorias en ningún caso. Aportas cuando y como puedas.

Es arriesgado invertir en planes de pensiones

La gama de planes de pensiones abarca todos los perfiles de riesgo, desde el más decidido para aquellos que se encuentran lejanos a su jubilación al más conservador, para aquel que se encuentra cercano a retirarse y su prioridad es preservar el capital. Existen incluso planes de pensiones garantizados que aseguran el capital inicial si se mantiene la inversión hasta vencimiento. 

No se puede retirar el dinero de un plan de pensiones hasta la jubilación

La jubilación es la principal contingencia que cubren los planes de pensiones, concretamente tienen el fin de generar un ahorro con el que complementar la pensión pública de jubilación. Sin embargo, existen otras contingencias y situaciones excepcionales de liquidez: enfermedad grave, desempleo de larga duración, dependencia, incapacidad laboral, fallecimiento del partícipe y, además, desde 1 de enero de 2025 será posible rescatar las aportaciones con al menos 10 años de antigüedad.

Si fallece el titular, se pierde el dinero del plan de pensiones

En ningún caso. El partícipe de un plan de pensiones puede hacer una designación expresa de beneficiarios, en la que incluso puede asignar distintos porcentajes a cada uno de ellos. A falta de designación, y siempre y cuando se establezca así en las especificaciones del plan, podrán ser beneficiarios sus descendientes, viudos o testamentarios.

El plan de pensiones no es óptimo desde el punto de vista fiscal

Las prestaciones de un plan de pensiones tributan como rendimientos del trabajo. Es importante realizar un análisis exhaustivo sobre la forma más adecuada de rescatarlo para minimizar el impacto fiscal. 

Por el contrario, las aportaciones están fiscalmente incentivadas, lo que permite ahorrar impuestos en la declaración anual de IRPF. Estas desgravaciones, correctamente reinvertidas durante toda la vida del plan de pensiones pueden ayudarnos a generar un importante ahorro adicional.

Por tanto, lo que se produce en el ciclo de vida de un plan de pensiones es un diferimiento fiscal.

El plan de pensiones no es un producto seguro para el partícipe

El organismo encargado de la supervisión de los planes de pensiones es la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), dependiente del Ministerio de Economía, y que mantiene estrictos controles sobre estos productos.

Además, los titulares de planes de pensiones cuentan con la figura del Defensor del Partícipe, que canalizará las incidencias de éstos respecto a la entidad gestora o depositaria.

Por último, hay que destacar que la entidad gestora no es la propietaria del dinero de los partícipes, solo se encarga de gestionar la compra y la venta de los activos que formen parte del patrimonio del fondo, de administrar el dinero, llevar la contabilidad y de otras tareas de gestión y administración del fondo, pero los partícipes siguen siendo propietarios de su capital que, además, se encuentran custodiados por una entidad independiente, del depositario.

¿Quieres seguir conociendo cómo pueden ayudarte los planes de pensiones? Explora la gama de planes de BBVA