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Comentario Económico Junio 2025

BBVA AM Colombia

14 de julio de 2025

El mes estuvo marcado por la creciente divergencia en las estrategias de los principales bancos centrales, un factor que define los flujos de capital y las valoraciones de activos a nivel mundial.

Entorno Global

Mientras la Reserva Federal de EE.UU. optó por la prudencia, manteniendo sus tasas de interés a la espera de señales más claras de enfriamiento en el mercado laboral y la inflación; el Banco Central Europeo avanzó con un recorte, priorizando el estímulo al crecimiento con una inflación que está en convergencia a su meta. En China, la persistente debilidad del sector manufacturero, que registró su tercer mes consecutivo de contracción, mantuvo a las autoridades en una postura de apoyo monetario y fiscal, aunque con un impacto limitado hasta la fecha.

La volatilidad en los precios del petróleo añadió otra capa de complejidad al panorama global. A mediados de junio, los precios del crudo Brent experimentaron una rápida escalada, llegando a rozar los USD 80 por barril, impulsados por el temor a una interrupción del suministro tras una escalada militar entre Israel e Irán que incluyó ataques directos de Estados Unidos. Sin embargo, la posterior intervención diplomática y un acuerdo de cese al fuego provocaron un colapso igualmente rápido de la prima por riesgo geopolítico.

El mercado demostró una nueva dinámica en la que los picos de riesgo son intensos pero de corta duración, a menos que se materialice un daño real a la oferta. Esta rápida reversión se vio facilitada por la percepción de un mercado fundamentalmente sobre abastecido y la creencia de que las principales potencias actuarían para limitar una escalada de precios que pudiera dañar la economía global. El Brent cerró el mes con una caída significativa, en USD 67,96 por barril, evidenciando la complacencia del mercado una vez que la amenaza inmediata se disipó.

Contexto Macroeconómico

En materia de política monetaria, la Reserva Federal, en su reunión del 18 de junio, decidió mantener las tasas de interés en el rango de 4,25%-4,50%, una medida ampliamente esperada por los mercados. El comunicado FOMC y la conferencia de prensa del presidente Jerome Powell reforzaron una postura de paciencia y dependencia de los datos. Aunque el «dot plot» revisado continuó señalando la expectativa mediana de dos recortes de 25 puntos básicos antes de finalizar 2025, el mensaje subyacente fue de cautela. La FED enfatizó que «no tiene prisa» por actuar y que necesitará ver evidencia sostenida de un debilitamiento del mercado laboral antes de iniciar un ciclo de flexibilización. La política se considera «modestamente restrictiva», una postura necesaria para contrarrestar los riesgos inflacionarios persistentes, incluidos aquellos que podrían derivarse de la implementación de nuevos aranceles comerciales.

En el frente de la inflación, los datos de mayo ofrecieron una señal positiva. El IPC general registró un aumento mensual de solo 0,1% y una variación interanual del 2,4%. De manera similar, el IPC subyacente (que excluye alimentos y energía) también avanzó un 0,1% mensual, situando la tasa interanual en el 2,8%, una cifra inferior a las expectativas del consenso. Sin embargo, el PCE, la medida preferida por la FED, mostró un ligero repunte en su tasa interanual de mayo al 2,3% desde el 2,2% de abril. Las proyecciones de la propia FED, actualizadas en junio, reflejan esta persistencia, revisando al alza su expectativa para el PCE subyacente de 2025 al 2,8%. Los pronósticos de corto plazo (nowcasting) para junio sugieren que la inflación PCE se estabilizará en torno al 2,46%.

La actividad económica y el mercado laboral continuaron mostrando solidez, aunque con matices. La revisión final del PIB del primer trimestre mostró una contracción anualizada del 0,5%, una corrección a la baja frente a estimaciones previas debido a un menor dinamismo del consumo privado y las exportaciones. A pesar de ello, el mercado laboral se mantuvo estable, con la tasa de desempleo ubicándose en el 4,1% en junio, una ligera disminución desde el 4,2% de mayo. La creación de nóminas no agrícolas fue de 147.000, un ritmo moderado pero saludable, con ganancias concentradas en el gobierno estatal y el sector de la salud. De cara al futuro, las proyecciones de crecimiento del PIB para el segundo trimestre son más optimistas; el modelo GDPNow de la Reserva Federal de Atlanta estima una expansión anualizada del 2,6%. No obstante, el consenso de analistas para el conjunto de 2025 apunta a un crecimiento más moderado del 2,0%, una cifra ensombrecida por la elevada incertidumbre asociada a la política comercial y fiscal.

El Banco Central Europeo (BCE) tomó una decisión el 5 de junio, marcando una clara divergencia con la Reserva Federal al recortar sus tres tasas de interés principales en 25 puntos básicos. Con esta medida, la tasa de la facilidad de depósito se redujo al 2,00%, la de las operaciones principales de refinanciación al 2,15% y la de la facilidad marginal de crédito al 2,40%. Aunque esta decisión era esperada, el BCE adoptó un tono prudente de cara al futuro, señalando que se acerca al final de su ciclo de flexibilización y que las decisiones futuras dependerán estrictamente de los datos entrantes.

La inflación en la Eurozona mostró un ligero repunte en junio. Según la estimación preliminar de Eurostat, la inflación anual (HICP) se situó en el 2,0%, frente al 1,9% de mayo, alcanzando así el objetivo formal del BCE. Este incremento fue impulsado principalmente por la inflación en el sector de servicios, que se aceleró al 3,3% desde el 3,2%  del mes anterior. Por su parte, la inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de la energía y los alimentos, se mantuvo estable en el 2,3%, su nivel más bajo desde enero de 2022, lo que sugiere que las presiones inflacionarias subyacentes continúan moderándose.

Las perspectivas de actividad económica para la región se han vuelto más cautelosas. S&P Global revisó a la baja su pronóstico de crecimiento del PIB de la Eurozona para 2025, desde el 1,2% anterior al 0,9%, citando como principales razones la elevada incertidumbre y el impacto negativo de los aranceles estadounidenses sobre las exportaciones europeas. No obstante, se espera que el crecimiento se recupere a partir de 2026, impulsado por el estímulo fiscal en Alemania y el aumento coordinado del gasto en defensa en toda la Unión Europea.

El Banco Popular de China mantuvo sin cambios su tasa de interés de referencia a un año en el 3,0% en su fijación del 20 de junio, una decisión que estuvo en línea con las expectativas del mercado. Esta postura de espera se produce en un contexto de persistente debilidad en el sector industrial. El PMI manufacturero oficial se ubicó en 49,7 en junio, encadenando su tercer mes consecutivo en territorio de contracción (por debajo de 50), afectado por una demanda interna frágil y el impacto de los aranceles estadounidenses en las exportaciones. Aunque el PMI manufacturero de Caixin, que se enfoca en empresas más pequeñas y de carácter privado, mostró una ligera mejoría al regresar a territorio de expansión con una lectura de 50,4, otros indicadores confirman la desaceleración. La producción industrial creció en junio a una tasa interanual de sólo 5,8%, su ritmo más débil desde noviembre de 2024.

El Banco de Inglaterra, en su reunión del 18 de junio, optó por mantener su tasa de interés de referencia en el 4,25%. La decisión, sin embargo, no fue unánime; se produjo una votación dividida de 6-3, en la que tres miembros del comité de política monetaria votaron a favor de un recorte de 25  puntos básicos. Esta división refleja la tensión entre la sustancial desinflación observada en los últimos dos años y la persistencia de algunas presiones inflacionarias subyacentes. La inflación del IPC se ubicó en el 3,4% en mayo, y el propio BoE proyecta que podría alcanzar un pico del 3,5% en el tercer trimestre de 2025 antes de reanudar su descenso.

Renta Variable

  • Los mercados de acciones globales exhibieron un desempeño marcadamente divergente durante junio. Las bolsas estadounidenses continuaron su racha alcista, impulsadas por el optimismo en torno a la tecnología y una economía resiliente. El S&P 500 avanzó un 4,96 % en el mes, mientras que el Stoxx 600 europeo cayó un 1,33%. El índice global MSCI ACWI, que mide el desempeño de los mercados desarrollados y emergentes, registró una subida del 4,36% en dólares durante junio.
  • En contraste, las acciones europeas continuaron rezagadas, ampliando la brecha de valoración con sus pares estadounidenses a niveles no vistos en décadas. Este fenómeno ha cristalizado un dilema estratégico para los inversores, quienes se enfrentan a una elección entre lo que se percibe como la «trampa de valor» de las acciones europeas y el «riesgo de concentración» de los mercados estadounidenses. La infravaloración de Europa no es meramente una cuestión de múltiplos; está justificada por debilidades fundamentales. El crecimiento del PIB de EE.UU. para 2025 se proyecta en un 2,4%, más del doble del 1,0% esperado para Europa. De igual forma, se anticipa un crecimiento de los beneficios por acción del 9,1% en EE. UU., frente a solo el 3,1% en Europa, donde las previsiones han sido revisadas a la baja. Adicionalmente, la economía europea, con exportaciones que representan cerca del 50% de su PIB, es estructuralmente más vulnerable a las tensiones comerciales que la estadounidense, donde esta cifra es de solo el 11%.
  • La composición sectorial agrava esta divergencia. El sector tecnológico, motor del rally global, representa aproximadamente el 32% del S&P 500, mientras que en el índice europeo su peso es de apenas un 8%. Por lo tanto, invertir en Europa implica una estrategia para que estas desventajas estructurales se reviertan, un escenario poco probable a corto plazo. Por otro lado, la inversión en EE. UU. supone una estrategia a la continuidad del dominio de un puñado de gigantes tecnológicos, lo que introduce un riesgo de concentración significativo que no debe ser subestimado.

Divisas

El dólar estadounidense se depreció de forma generalizada durante junio. El euro, en particular, se apreció un 3,9% frente al dólar, cerrando el mes en 1,1787. Sin embargo, la divergencia de políticas monetarias entre la FED y el BCE ha sentado las bases para un posible fortalecimiento del dólar a mediano plazo. La decisión del BCE de iniciar un ciclo de recortes mientras la FED se mantiene en espera ejerce una presión a la baja sobre el euro. Las previsiones de consenso para el par EUR/USD apuntan a un rango de entre 1,05 y 1,10 para finales de 2025, reflejando estos vientos en contra para la moneda única.

El precio del petróleo (Brent) experimentó una volatilidad extrema durante el mes. Tras alcanzar un máximo cercano a los USD 80 por barril a mediados de junio debido a las tensiones geopolíticas, el precio se desplomó para cerrar el mes en USD 67,96. La caída semanal registrada a mediados de mes fue la más pronunciada desde marzo de 2023, eliminando por completo la prima de riesgo una vez que los temores de una interrupción del suministro se disiparon. Por su parte, el Oro terminó el mes prácticamente plano, con una ligera subida del 0,4%, cerrando en USD 3.303 por onza, influido también por la relajación de los conflictos geopolíticos.

Renta Fija

Los rendimientos de los bonos soberanos globales reflejaron las expectativas de política monetaria y los cambiantes perfiles de riesgo fiscal. En Estados Unidos, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cerró junio en 4,22%, registrando un descenso desde el 4,40% del cierre de mayo, en un contexto en el que el mercado asimila la postura de espera de la FED.

En Europa, el rendimiento del Bund alemán a 10 años se mantuvo relativamente estable, cerrando el mes en torno al 2,60%, ligeramente por encima del 2,50% de mayo. Este comportamiento resultó en un estrechamiento del diferencial de tasas entre EE. UU. y Alemania, reflejando la divergencia en las políticas monetarias de ambos bancos centrales.

Entorno Local

Junio fue un mes decisivo y complejo para la política fiscal de Colombia, marcado por la publicación del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) 2025-2035. Este documento, presentado por el Ministerio de Hacienda, confirmó un deterioro sustancial de las finanzas públicas, lo que obligó al Gobierno a tomar medidas extraordinarias y provocó una reacción negativa inmediata por parte de las agencias calificadoras de riesgo internacionales.

El punto central del MFMP fue la drástica revisión al alza de la proyección de déficit fiscal para el año 2025, que ahora se sitúa en el 7,1% del PIB, un aumento significativo desde el 5,1% que se había planeado anteriormente.

El punto central del MFMP fue la drástica revisión al alza de la proyección de déficit fiscal para el año 2025, que ahora se sitúa en el 7,1% del PIB, un aumento significativo desde el 5,1% que se había planeado anteriormente. Para gestionar este considerable desbalance, el Gobierno anunció la activación de la cláusula de escape de la regla fiscal, un mecanismo que permite suspender temporalmente los límites de déficit y deuda. Esta suspensión se aplicará durante tres años, de 2025 a 2027. El argumento técnico del Gobierno para esta medida se basa en la rigidez estructural del gasto público, que, según el Ministerio, impide realizar un ajuste fiscal de la magnitud requerida a corto plazo sin arriesgar una parálisis del Estado. Como parte de la estrategia de mediano plazo para corregir el rumbo, el Gobierno también anunció su intención de radicar una nueva reforma tributaria el 20 de julio, con la que espera recaudar cerca de 19 billones de pesos anuales a partir de 2026.

La respuesta de las agencias calificadoras al deterioro de la disciplina fiscal fue contundente. Pocos días después de la publicación del MFMP, Moody’s rebajó la calificación soberana de Colombia de Baa2 a Baa3, citando el debilitamiento de la disciplina fiscal y el aumento de la carga de la deuda.

S&P Global Ratings también implementó una rebaja en la calificación, sumándose a las preocupaciones sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas del país. Estas decisiones no sólo aumentan el costo de financiamiento para el Gobierno Nacional, sino que también encarecen el crédito para las empresas colombianas en los mercados internacionales, añadiendo una presión adicional sobre la inversión y el crecimiento económico.

Contexto Macroeconómico

  • La actividad económica en Colombia continúa mostrando señales de tracción, impulsada principalmente por la fortaleza del consumo privado y un mayor dinamismo en el gasto público. El ISE, publicado por el DANE, registró un crecimiento interanual del 1,1% en abril, consolidando una tendencia de recuperación gradual. En línea con este comportamiento, las proyecciones macroeconómicas incluidas en el propio Marco Fiscal de Mediano Plazo apuntan a un crecimiento del PIB del 2,7% para el año 2025, una cifra que refleja un optimismo moderado sobre la capacidad de la economía para mantener su impulso.
  • La tendencia des inflacionaria se consolidó en mayo. Según el DANE, el IPC anual se ubicó en 5,05%, lo que representa una disminución notable frente al 7,16% registrado en mayo de 2024 y la cifra más baja desde octubre de 2021. La variación mensual del IPC fue del 0,32%, impulsada por rubros como alojamiento y servicios públicos, mientras que los precios de los alimentos continuaron moderándose. A pesar de este descenso, las expectativas de inflación para el cierre de 2025 se mantienen por encima del rango meta del Banco de la República. Las proyecciones de BBVA Research sitúan la inflación de fin de año en 4,7%, reconociendo que el deterioro fiscal introduce nuevos riesgos al alza para los precios.
  • En su reunión del 27 de junio, la Junta Directiva del Banco de la República tomó la decisión de mantener inalterada la tasa de interés de intervención en 9,25%. La decisión, que pone en pausa el ciclo de recortes iniciado a finales de 2024, no fue unánime, con una votación dividida de 4 a 3. Cuatro miembros votaron por la estabilidad, mientras que dos abogaron por un recorte de 50 puntos básicos y uno por una reducción de 25 puntos básicos.
  • Esta pausa es una respuesta directa y calculada al deterioro del panorama fiscal presentado en el MFMP. Aunque la inflación continúa descendiendo y la economía se recupera, el aumento del déficit fiscal y la suspensión de la regla fiscal han elevado la prima de riesgo del país. En este contexto, la Junta ha priorizado la credibilidad y el anclaje de las expectativas de inflación sobre un estímulo monetario adicional. Un recorte de tasas en este momento podría haber sido interpretado como una acomodación de la política fiscal expansiva, arriesgando una depreciación del peso y un repunte inflacionario. La política fiscal está, en efecto, constriñendo el espacio de maniobra de la política monetaria, obligando al banco central a adoptar una postura más cautelosa de lo que los datos de inflación y crecimiento por sí solos sugerirían.
  • El mercado laboral consolidó su tendencia positiva en mayo. La tasa de desempleo nacional se redujo al 9,0%, lo que representa una disminución significativa de 1,3 puntos porcentuales en comparación con el 10,3% registrado en el mismo mes del año anterior. En el último año, la población ocupada del país aumentó en 597.000 personas, un crecimiento impulsado en gran medida por la categoría de trabajador por cuenta propia. A nivel de ciudades, Quibdó continuó registrando la tasa de desempleo más alta (29,8%), mientras que Bucaramanga A.M. presentó la más baja (7,4%).

Renta Fija

El mercado de deuda pública local tuvo un mes volátil, reaccionando a una avalancha de noticias fiscales y de política monetaria. Inicialmente, la publicación del MFMP y la activación de la cláusula de escape provocaron una fuerte desvalorización, con la curva de TES Tasa Fija desplazándose al alza ante la expectativa de mayor oferta y riesgo soberano. Sin embargo, a mediados de mes, la curva se valorizó de forma generalizada, especialmente en el tramo largo, impulsada por declaraciones del Director de Crédito Público sobre una nueva estrategia de financiamiento exterior que reduciría las emisiones en plazos largos y la posibilidad de usar una reserva de liquidez para comprar TES.

Hacia el cierre de mes, la decisión del Banco de la República de mantener las tasas y las rebajas de calificación crediticia volvieron a presionar los rendimientos al alza, especialmente en los plazos largos. En el neto del mes, la curva de rendimientos TES tasa fija registró variaciones de +15pb en el tramo corto, +18pb en el medio y -15pb en el largo, reflejando las fuerzas contrapuestas que actuaron sobre el mercado.

Deuda privada local

En contraste con la incertidumbre en el mercado de deuda pública, el mercado de deuda corporativa mostró un notable dinamismo en el segmento primario. Durante el mes de junio, las captaciones primarias de deuda corporativa alcanzaron los $11,6 billones, lo que representa un robusto aumento del 56,7% en comparación con los $7,4 billones captados en mayo. Este comportamiento sugiere que, a pesar del entorno macroeconómico desafiante, las empresas con buen perfil crediticio continúan encontrando apetito en el mercado local para financiar sus operaciones y planes de inversión.

Renta Variable

A pesar del ruido fiscal y las rebajas de calificación, el mercado de acciones local demostró una sorprendente resiliencia y cerró el mes con un desempeño positivo. El índice MSCI COLCAP registró una valorización del 3,69% en junio, lo que le permitió cerrar el primer semestre del año con una ganancia acumulada del 20,93%. El principal motor de esta dinámica fueron los flujos compradores de los actores locales. Los fondos de pensiones (AFPs) se destacaron como los mayores compradores netos del mes, con adquisiciones significativas en el ETF iColcap, así como en acciones clave como Ecopetrol y Davivienda, demostrando una confianza continua en el potencial de valorización del mercado accionario colombiano.

Divisas

De manera contra intuitiva, el peso colombiano mostró una notable fortaleza durante junio, a pesar del severo choque fiscal negativo. La tasa de cambio exhibió una tendencia a la apreciación, llegando a acercarse al soporte psicológico de los $4.000 por dólar en varias jornadas de negociación.

Esta fortaleza del peso, en un contexto de deterioro de los fundamentales locales, puede parecer un enigma. Sin embargo, se explica por la confluencia de dos factores poderosos de corto plazo que lograron opacar el riesgo fiscal. En primer lugar, la estrategia de «carry trade»: con una tasa de interés de política monetaria en Colombia del 9,25%, muy superior a las de las economías desarrolladas, los inversores extranjeros encuentran muy atractivo endeudarse en monedas de bajo costo (como el dólar o el yen) para invertir en activos colombianos de alta rentabilidad. Esta demanda de pesos para ejecutar dichas operaciones sostiene a la moneda. En segundo lugar, una tendencia global de debilidad del dólar estadounidense proporcionó un viento de cola para la mayoría de las monedas de mercados emergentes, incluido el peso.

No obstante, esta divergencia entre la fortaleza de la moneda y el debilitamiento de los fundamentos fiscales es probablemente insostenible a mediano plazo. El mayor déficit fiscal implica mayores necesidades de financiamiento futuro, parte del cual deberá obtenerse en moneda extranjera, lo que generará una demanda estructural de dólares. El riesgo de una eventual reversión de los flujos de capital ha aumentado. Por lo tanto, la fortaleza actual del peso podría representar una ventana de oportunidad para aquellos agentes económicos que necesiten cubrir su exposición al riesgo cambiario o posicionar sus portafolios en divisas fuertes.

Estrategia

  • Para los fondos de inversión colectiva (FICs), se mantiene una adecuada liquidez por la incertidumbre local y se privilegia la exposición a deuda pública sobre el crédito privado, donde se mantiene una postura de sub-ponderación.
  • En los portafolios de corto y mediano plazo se priorizará la inversión en títulos de tasa fija con una duración moderada. Para los de largo plazo, se mantendrá una sobre ponderación en duración para capitalizar el aplanamiento esperado de la curva.
  • La estrategia global favorece la renta fija, sobre ponderando la duración en la deuda pública local. A nivel internacional, la visión es favorable para la renta fija de Estados Unidos y bonos de grado de inversión (IG), con una postura neutral en Europa y emergentes.
  • En renta variable, se mantiene un posicionamiento neutral en el mercado local y una sub ponderación a nivel internacional , prefiriendo mercados emergentes sobre desarrollados.
  • En divisas, se mantiene una visión de sobre ponderación del peso colombiano y una posición favorable al Euro sobre el dólar.

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